domingo, 5 de agosto de 2007

Mamá, Mamá… Me he enamorado

Chatear con una “EX” puede ser toda un experiencia dolorosa, un saludo a la bandera, un retorcijón en el estomago de esperanza, un alivio por una palabras no dichas en su momento o simplemente una conversación agradable cuando no hay nadie domingo a las 2 de la tarde en el Messenger. Hoy luego de una de estas experiencias y ante la promesa de convertir el domingo en un día creativo, decidí realizar un recuento de algunos de los amores platónicos, prohibidos, dolorosos, efímeros hasta inverosímiles que rodearon el barrio. No se preocupen tratare de encubrir en algo sus identidades Shuuuuuu…

Una de las terminadas mas memorables fue cuando en un cumpleaños de la Reina de los Picolines la tía Carmencita sacaba cuenta dulcemente de la edad de la cumpleañera y de la mia, al frente de mi primera enamorada conocida. ¿Se acuerdan cuando iban juntos al nido?” interrogo inocentemente la tia y a posteriori continuó “Mirenlos, si ahora tienen 14 años”. Bomba atómica. El Mayki salió disparado del lugar y atrás suyo la indignada enamorada traía junto a su cuchillo, una cruz inquisidora y un dictamen que sentenciaría a la larga una de mis primeras rupturas amorosas. El Motivo: Le había dicho que tenía 15 años y por consiguiente éramos de la misma edad, obviamente la Tía descubrió la mentira. Lo acepto…Por mi culpa…Por mi culpa… Por mi gran culpa. Resultado: Terminamos. Mire al cielo y pronuncie: Injusticia. Algunos años después Chin Chin, no se si motivado por algún mandado divino, entablo una relación con la misma nena (Si, mi ex); lo curioso es que un buen día ella lo esperaba en el lugar de siempre, pero el nunca llego. Ella lo busco horas días, meses, años para descargar su bronca por como la había dejado plantada y obviamente terminar. Nunca lo encontró, Nunca le dijo Terminamos. Venganza Divina.

Por suerte más es la pimienta que le suelo colocar de lo que realmente paso; aunque alguna vez si llegue a asustarme cuando “Cicatriz” intercambiaba lenguetazos con “Satty” en una discoteca del sur por mi cumpleaños. Y es que todo fue muy rápido. Usualmente “Cicatriz” paraba al costado de “Erotika”, regalándose sonrisas, susurrándose caricias, flotando in love, pero esa noche “Satty” provista de un pantalón blanco similar al del pelaje de inocente conejita, rompía miradas y es que estaba tan ceñido hasta podía haber sido parte de su piel. Esa noche “Erotika” hizo tripas corazón y no dijo nada, aunque sabía que el silencio no sería eterno, como que no lo fue. Noches después, obviamente matizadas por el alcohol, tocaban el tema en la esquina de un parque. A unos metros Chito, Cicatriz, La China y Yo al ritmo de “Tu amor es una trampa.. una trampa maldita” tomábamos unas chelitas con el botiquín en la mano por si teníamos que salvar a alguna víctima, afortunadamente no hubo una jalada de greñas de pollada ni mucho menos se rompió la amistad, quedaron en ser: “Hermanas de Lengua” . Y … bueno la Justicia demora a veces, pero llega; hace un tiempito recuerdo al galante de antaño solicitando un piquito aventurero en el umbral de la puerta de Erotika, ante la negativa de ella.

Pero si de ilusiones se trata el buen “Erto” (Cabello corto, chato, blancón) se lleva el galardón. Eran buenas épocas, uno podía confiar en el mientras se conversaba con un cigarrito por las calles del barrio. Uno de esos domingos por la noche llega emocionado hasta las lágrimas, no lo podía creer, había encontrado su alma gemela: Mujer, cabello castaño claro y rizado como el de un ángel, ojitos inocentes y cautivadores, piel tersa, suave y dotada de una inteligencia y madurez que a sus cortos 18 años le parecía imposible de creer. La conoció gracias a la Ex del primer relato y en un parque en compañía de un Ron barato habían conversado de la vida, amores, esperanzas y desventuras.

Erto no lo podía creer el angel vivía a sólo unos metros de su casa y nunca la había visto. Su nombre: “Sand”. Regresaron juntos al amanecer y los besos de la madrugada anterior nublaban el lado racional de Erto, no importaba nada en ese momento, él sólo tenía ganas de gritar al mundo lo que sentía… y como que lo hizo. Abrió la puerta de su casa a las 7 de la mañana y en pleno desayuno familiar no pudo más Mamá… Mamá… Gritaba eufóricamente, toda la familia salió al borde del pánico, sólo para verlo terminar de desahogarse con los ojos cerrados: Me he enamorado Mamá.
A la tarde siguiente Erto me lo contaba con desparpajo y sin vergüenza, con la convicción de un ser enamorado. Bueno en realidad no me lo contó sólo a mí, sino a muchos más, con el mismo entusiasmo que yo lo escuche la primera vez. Al cabo de unos pocos días todos supimos quien era “Sand”, nadie nos dijo de sus perlas, todos ya teníamos algunas y juntos podíamos armar un collar con las que cada uno por separado sabía de ella.
Por suerte la hermana de “Erto” fue la encargada de entregarle el currículo de su musa, como comprenderán nunca le dijo Ex, ya que nunca hubo una declaración que iniciará el idilio.

Hoy con las patas heladas dentro de unas colchas en una cama de plaza y media, luego de una noche al lado de una gaseosita sin hielo en un bar cusqueño y después de una tarde de recuerdos; me pregunto si es tiempo para el amor … En fin sólo espero que el día indicado no llegar a casa como "Erto" con el Pan y los Tamales gritando: Doctor.. Doctor… Me he enamorado Doctor (Se imaginan la cara de mi viejo)

2 comentarios:

Martín Vargas dijo...

Acabas de provocar un espasmo cerebral. Creñia saber quien era elprotagonista del grito (des) templado, pero ahora ando presa de la duda. Erto era salo?

Anónimo dijo...

Asi es pequeño saltamontes