jueves, 19 de julio de 2007

Se nos fue el chato...




Esa frasecita, la escuche más de una vez en el último matrimonio al cual tuvieron a bien invitarme. Ya lo perdimos repetía una y otra vez sobre mi hombro, con risita entrecortada. A la distancia pienso que no deja de tener razón mi compañera de picolines. Lo perdimos. Pues dentro de esta esfera denominada sociedad, existe una línea punteada invisible entre los casados y solteros. Dejas de ser individual y pasar a ser parte de... o complemento de... lo cual como quieran verlo o decirlo. O es que ustedes señoras esposas no conciben una reunión de amigos hasta las 6 de la mañana en donde sólo hay chelas, ron ,whisky o el trago favorito de los bebedores, con cigarritos y en donde la conversación gira en torno a anécdotas de antaño con alguna ex de punto. Ja y eso si la compañera de lecho es bien pensada, como diría mama Luz: "Eso se acabó"; ¿Así les dirán a mis amigos hoy ya casados?. ¿Será cierto eso?. Asi, hoy aqui sentado y un poco aburrido de tanto marketing, me acorde del cabecilla de la banda o ex banda y de nuestro ultimo encuentro...

El día que regresaba a mi nuevo terruño (aun no se por cuanto tiempo) me encontré a el celebre ahora Esposo en el Terminal de Tepsa, me llamo por mi apellido, cual escuela militar, ¡¡¡Se imaginan!!! Jamás en más de una década de conocerlo escuche pronunciar mi apellido por este individuo de corta estatura, pero gran sentido del humor. Síndrome post-boda imagine; aunque en realidad lo veía igual que cuando salíamos trepados del Forni, Mil Stickers, Party Car o de la Anaconda por las noches de Lima de los 90, claro que ahora anillo en mano. Nos saludamos y por las primeras palabras que pronuncio tuve la impresión que "Don Raúl" padre del choclito tuvo razón noches anteriores, cuando luego de unas cuantas chapitas de Cristal me repetía: "Son etapas de la vida que hay que quemar... Ya lo entenderas". Sin embargo al cabo de un minuto nos encontrábamos comentando lo de siempre... ustedes ya se imaginaran que. El encuentro fue corto, el bus partía y la esposa esperaba en el estacionamiento (Sorry... Sra. sólo me percate de su presencia cuando el auto se alejo, sino me acercaba) nos despedimos como antes, con la duda, al menos de mi parte, si existirán mas lateadas con puchos Malboro, Sanguchazos y Tacos maleados o un par de latas de chela por simple tertulia. Vuelven a regresar a mi mente las palabras de "Don Raúl"... hasta los comentarios de la Familia Ortega cuando el primer Huambrillo se fue del nido: "Cuando uno empieza, el resto sigue rapidito" con el estribillo propio del oriente peruano, y es que el matrimonio es algo que esta reservado para aquellos que están muy enamorados o realmente son muy pavos. No concibo un matrimonio por edad, soledad, metida de pata aumenten lo que ustedes quieran, tan sólo concibo una razón valedera, el estar realmente anonadado, templado y seguro que ese complemento perfecto para el hombre esta a tu lado.

Chau Chato... al menos al Noventero, ese que vivirá en cada anécdota y chiste de antaño. Ve contento y feliz que los que te despedimos desde el puerto Salamanquino siempre estaremos esperando tu retorno sin importar la versión que esta sea. Sra. Esposa en sus manos encomendamos a nuestro Chato, confiamos y agradecemos que este en sus manos.


El Amigote.

1 comentario:

Anónimo dijo...

KE EXAGERADO MAYKI!!!